Por Claudia Cubillo
Por el cumpleaños de Omri le regalaron una tabla de monopatín y un casco. Gillo no le había comprado nada porque no tenía dinero, pero le regaló un armario que lo encontró en el callejón. A Omri le gustó pero no tenía ninguna llave. Su madre le dio unas cuantas para que buscara y la encontró. Dentro del armario metió su indio de juguete y al día siguiente el indio cobró vida. Omri vio que la puerta del armario estaba abierta. Después vio al indio de juguete andar.
A la noche metió al indio en el armario y a la mañana siguiente era otra vez de juguete.
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