Omri y Patrick siempre estaban jugando a los indios de plástico pero su hermana encontró su regalo en el callejón, donde las personas con dinero lo tiraban todo. Entonces Omri empezó a abrirlo, y había un armarito lo colgó en su habitación metió a su indio pero buscó la llave y no sabía cuál era. Compró en Florencia, la cerró y se fue al colegio y cuando volvió ya estaba vivo y tenía un cuchillo. Le empezó a sangrar se pusieron a hablar y el indio quería comida y bebida se la dio y le dijo: mañana te construiré un tipi; se lo construyó y Omri dijo- voy a ver si meto más cosas y se hacen de verdad pero solo se hizo el tipi.
Por Álvaro Macías Rodríguez
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