sábado, 23 de febrero de 2013

SEMANA CULTURAL ANDALUZA: TEXTOS DE BLAS INFANTE

ORÍGENES DE ANDALUCÍA. POR BLAS INFANTE:
1. Tartesia

Andalucía abre para el mundo otra Edad, la del Bronce, de la cual ella es la inventora. Este pueblo descubrió el modo de endurecer el cobre por adición del estaño, transformándolo en bronce. Ambos metales los tenía su suelo. Ya en esta era Tartesia extrae y manufactura plata.
A esta época y a las anteriores pueden también referirse los reyes míticos andaluces: Hespero, Gárgoris, Occéano, Sol, Gerión, Noraz y Habidis.

Tartesia no era un pueblo guerrero. Era un pueblo de pacífico de navegantes, comerciantes y colonizadores. Habidis dio libertad a los esclavos prohibiendo el servilismo del pueblo.

Platón, hablando de los atlántidas, recoge las noticias míticas de los antiguos tirios y asegura que gozaban de perfecto estado.

Todo el mundo conoce el célebre pasaje de Strabón, a quien aseguraban los tartesios que sus leyes escritas databan de 6.000 años.

La población Tartesia, antes y después de los tirios, debió ofrecer , sobre todo en la capital, un aspecto cosmopolita. En los tiempo primeros, etíopes, libios, egipcios, mediterráneos y gente oriental. Más adelante, tirios, judíos, sirios, asirios, pero sobre todo judíos.

Fueron un pueblo enteramente antiguerrero, entergado por completo, a las artes de la paz... Esta fue la causa de que constituyendo el único fenómeno político de Iberia no llegase a realizar la unidad peninsular.

Los tartesios sometieron a los tirios, que no eran precisamente unos héroes; más tarde tiene que que tomar mercenarios celtibéricos para defenderse, no sabiendo resistir ni a los cartagineses ni a los romanos.

La índole pacífica de los tartesios ofrece un aspecto muy loable y simpático en la cordial hospitalidad con que reciben al extranjero. Estrabón subraya este lado pausible del carácter andaluz. Arenas, con respecto a la emigración hebrea subraya varios textos bíblicos demostrativos de que Andalucía era la “Argentina” de los emigrantes judíos. A los tirios les permiten establecer colonias. Más tarde, invitan a los focenses a establecerse allí y les apoyaron y ayudaron de todas las maneras. Mientras los fenicios ocultan el camino del estaño y del ámbar los tartesios explican a los focenses cómo hacían el viaje a Oestrysunis a buscar estos productos.

Hasta los judíos perseguidos por la justicia o el hambre de su país, como Jonás, piensan en Tartesos.

Entre los dioses tartesios no existe, pues, combate y la contradicción continua que hay entre los dioses posteriores del Olimpo griego. Tartesia, pueblo antibélico, proyecta su pacifismo al cielo de sus deidades. Pero aquí sólo nacen dos dioses de los griegos: Hermes, hijo de Erithea, dios del pacífico comercio, y su abuelo Glaucos (Gerión), rubio dios de los mares tranquilos y soleados, el que calma las ondas revueltas por las tempestades.

Otro dios principal de Tartesia era el Sol. En la serie de monarcas míticos aparece como el primer rey de Andalucía.
El culto al Sol resiste en Andalucía a todos los tiempos. En cualquier expresión artística, árabe o cristiana, por ejemplo, aparece siempre el sol reproducido.

Afrodita y Hera tenían inmensos santuarios y, como en Grecia, la primera innumerables nombres.

2. La Bética: potencia cultural.

Roma trató a Andalucía de potencia a potencia. Pues bien, la España bética, con sus colonias patricias,municipios, ciudades libres y federadas y ciudades de fuero latino, es culturalmente, frente a Roma, una potencia de rango análogo. Los romanos lo consideraban así.

Andalucía era una potencia cultural y libre y al fundirse con Roma ayudando a ésta a prosperar en su contradicción contra los demás pueblos peninsulares, Lusitania y Celtiberia, defendía en contra de éstos su libertad y su rango de potencia cultural.
Roma encontró en ella una cultura afín a la que ella propagaba. Al pueblo que la sustentaba no pudo, por consiguiente, incluirle en el concepto de barbarie y lo reconoció mediante hechos expresos como una extensión metropolitana cultural, o como un capaz reino extranjero.

La cultura bética es la misma tartesia continuando su desarrollo con distinto nombre y con nuevos instrumentos. Sigue viviendo Tartesia.

Este es el sino de Andalucía enfrente de los pueblos guerreros. Lucano lo dijo bellamente: “Siempre fuimos de Marte el adverso, presa infeliz. Igual número tuvimos de derrotas que de guerras”.

3. Al Ándalus: Primer Renacimiento en Europa (Edad Media).

Andalucía fue siempre un pueblo cultural, creador de las culturas más intensas y originales de Occidente. Fue siempre un pueblo antibélico y acogedor. En su territorio, siempre que fue libre (la última vez durante la época musulmana), se operaron las grandes síntesis, prácticas o industriales, y doctrinales y científicas de Europa. Esta vocación sintética respondía acaso, al acogimiento y libertad de convivencia social, que en su solar tuvieron las razas más opuestas, africanas, orientales y europeas, desde los más lejanos tiempos de su historia. Últimamente, en Al-Ándalus, convivían perfectamente dentro de nuestra sociedad varias razas y religiones: bereberes, árabes, gallegos, catalanes, eslavos o centro europeos, y las tres grandes religiones de carácter universal: el judaísmo, el cristianismo y el islamismo; además de innumerables heterodoxias. Andalucía es por sí, para España y la Humanidad. En Andalucía no hay extranjeros. El libre cambio como regla en contradicción con los nacionalismos proteccionistas son las nuevas palabras que vienen a traducir la aspiración constante de un pueblo universalista, comerciante y marítimo o navegante.
La tierra de Andalucía para el jornalero andaluz es precisamente un imperativo que actualmente viene a contener la vindicación esencial de un pueblo privado de su tierra por la conquista cristiana o Europea; de un pueblo cuyo genio es extraño al feudalismo medieval.
Andalucía, que no es Europa, que es África y Europa (la Penibética formaba con África una unidad hasta el Atlas: esa unidad natural no se ha roto).
Blas Infante: “Andalucía, Teoría y Fundamento Político”.

TRABAJOS DEL ALUMNADO

Nuestro Sistema Solar surge de una nebulosa de gases de hidrógeno. El Sol, por tanto , viene de esta nebulosa. Del Sol aparecieron los planetas.Como se puede observar en los trabajos del alumnado alrededor del Sol se formó una nube de gases. Como demostraron los astronautas, en el espacio con gravedad cero las partículas subatómicas se juntaron y se formaron rocas. Este choque de rocas originó los planetas. Los primitivos planetas colisionaban entre sí en un Sistema Solar violento hasta que se formaron los planetas que hoy conocemos y la aparente armonía y orden del sistema. El planeta Tierra, que está a una distancia media del Sol, tuvo la temperatura idónea para que la vida en el planeta apareciera y evolucionara. Júpiter es el planeta más grande del Sistema Solar. La mayor parte de su volumen está constituido por gases en continuo movimiento. Es una suerte tener a Júpiter en nuestro Sistema pues debido a su enorme gravedad, atrae a todos los asteroides que se dirigen a la Tierra. Bueno, menos el asteroide que impactó sobre el planeta haciendo extinguir a los dinosaurios. Júpiter es como nuestro hermano mayor, nos defiende de las agresiones del exterior.


martes, 5 de febrero de 2013

LOS MICROORGANISMOS






EL SISTEMA SOLAR






(Trabajos realizados por 4ºA y 4ºC).


El Sistema Solar es un sistema planetario en el que se encuentra la Tierra. Consiste en un grupo de objetos astronómicos que giran en una órbita, por efectos de la gravedad, alrededor de una única estrella conocida como el Sol de la cual obtiene su nombre. Se formó hace unos 4600 millones de años a partir del colapso de una nube molecular que lo creó. El material residual originó un disco circumestelar protoplanetario en el que ocurrieron los procesos físicos que llevaron a la formación de los planetas. Se ubica en la actualidad en la Nube Interestelar Local que se halla en la Burbuja Local del Brazo de Orión, de la galaxia espiral Vía Láctea, a unos 28 mil años luz del centro de esta.

La mayor parte de su masa, aproximadamente el 99,85%, yace en el Sol. De los numerosos objetos que giran alrededor de la estrella, gran parte de la masa restante se concentra en ocho planetas cuyas órbitas son prácticamente circulares y transitan dentro de un disco casi llano llamado plano eclíptico. Los cuatro más cercanos, considerablemente más pequeños Mercurio, Venus, Tierra y Marte, también conocidos como los planetas terrestres, están compuestos principalmente por roca y metal. Mientras que los planetas externos, gigantes gaseosos nombrados también como "planetas jovianos", son sustancialmente más masivos que los terrestres. Los dos más grandes, Júpiter y Saturno, están compuestos principalmente de helio e hidrógeno; los gigantes helados, como también se suele llamar a Urano y Neptuno, están formados mayoritariamente por agua congelada, amoniaco y metano.