La respiración es indispensable para la vida humana, pues su misión es convertir la sangre mala que desde el corazón llega a los pulmones, en sangre buena.
El mecanismo de la respiración tiene dos partes: inspiración y espiración.
Durante la inspiración, el pecho se ensancha, y el aire entra cargado de oxígeno en los pulmones distribuyéndose por todas partes gracias a las ramificaciones de los bronquios.
Allí se pone en contacto con la sangre con dióxido de carbono que ha llegado del corazón y realizan un camino, el aire da a la sangre su oxígeno y la sangre da al aire el dióxido de carbono que la maleaba, con este cambio la sangre mala se convierte en buena.
Al espirar, el pecho se contrae y entonces, el aire sale al exterior cargado de dióxido de carbono, y la sangre marcha al corazón con el oxígeno que necesita.
Siempre que podamos, debemos respirar aire puro alejándonos de los lugares de aire corrompido. Las partes del aparato respiratorio son: Fosas nasales, laringe, faringe, traquea, bronquios, pulmones y alvéolos.
Por Álvaro Macías Rodríguez
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