viernes, 27 de diciembre de 2013

POEMA: LA LUZ DEL ÁRBOL DE NAVIDAD

La luz del árbol de Navidad

Por César Alfonso Viñas

“Escribo… Mientras Orión expande su luz
en la vibrante noche estrellada”.
Rosa María Badillo Baena

La luz del árbol de Navidad
nos recuerda otros tiempos más antiguos, ya míticos,
no escritos en el papiro de la Historia
donde los druidas leían en el oráculo del cielo
y el clan del Oso narraba historias
alrededor de la hoguera.
El árbol se nos revela como un Universo
de luciérnagas doradas
con su astro más brillante en lo alto
de la copa y nos rememora
que somos hijos de las estrellas
y de las vibraciones del Cosmos
y las supercuerdas.
Los adornos brillan esféricos como planetas, como la Madre Tierra
que nos da cobijo, la vid y el trigo.
Y las guirnaldas y espumillones fulguran en espiral
como galaxias y nebulosas caóticas.
El árbol nos recuerda la vida, la luz extinguida de la frente,
el material humano compartido
en lo más profundo de la psique.
Bajo la luz del árbol hubo fraternidad
entre alemanes y franceses
en la Guerra Europea
y abandonaron por un momento las trincheras
- la clase se sintió clase-
y jugaron al fútbol
y cantaron bajo las apacibles estrellas
Noche de Paz.
Bajo la luz del árbol también hubo indigencia
en las calles y burgueses con smoking.
El árbol de Navidad como un sistema nervioso,
con sus ríos y afluentes,
con sus venas y arterias
como las ramas del pulmón.
A imagen y semejanza del árbol
ha evolucionado la vida y el mundo.
El árbol de Navidad fascina a los niños
“dejadlos que continúen
con ese espíritu de maravilla”.
Una aurora y un manto de rocío iluminan
las hondas noches oscuras
de Oriente a Occidente
desde la ancestral India
hasta la húmeda y verde Galway.








jueves, 26 de diciembre de 2013

POEMA DE T.S. ELIOT

Poema de T.S. Eliot: El cultivo de los árboles de Navidad
(Fragmento)

De las muchas actitudes ante la Navidad,
hay algunas que debemos rechazar:
la social, la torpe, la comercial,
la desordenada (la de los bares abiertos hasta medianoche)
y la infantil, que no es la del niño
para el que la vela es una estrella
y el ángel dorado que despliega sus alas
en la cima del árbol, no decoración, sino ángel.
El niño ante el árbol se asombra.
Dejémosle que siga en su espíritu
con la Fiesta que es tal y no pretexto.
De ahí que el rapto brillante, la maravilla
del primer árbol de Navidad que se recuerda,
de ahí que las sorpresas, las delicias
de las nuevas posesiones (cada una
con su peculiar olor y emocionante),
la espera del ganso o del pavo
y el alborozo de su llegada.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

EL INVIERNO: VIVALDI

POEMA: HIELO A MEDIANOCHE

HIELO A MEDIANOCHE

Por S.T. Coleridge

Dulces te sean, pues, las estaciones:
ya sea vista la tierra
con verdor del estío,
ya cante el petirrojo,
entre borlas de nieve, en la desnuda rama
de un manzano musgoso,
mientras humea un techo,
deshelándose al sol;
ya aleros goteantes
oigas sólo, al callar
las ráfagas del viento,
o, con secreto laborar, el hielo
de carámbanos mudos los adorne,
inmóviles brillando a la apacible luna.

EL SOLSTICIO DE INVIERNO

Hoy es el día del Solsticio de Invierno, el significado estacional de éste se manifiesta en la reversión de la tendencia al alargamiento de la duración de las noches y al acortamiento de las horas diurnas. Distintas culturas definen esto de diversas maneras, puesto que en algunas ocasiones se considera que, astronómicamente, puede señalar, ya sea el comienzo o la mitad del invierno del hemisferio. Aunque en teoría el solsticio de invierno solo dura un instante, este término también se usa normalmente para referirse a las 24 horas del día en que tiene lugar.
El solsticio por sí mismo puede haber sido un momento especial del ciclo anual del año, incluso durante el periodo neolítico. Eventos astronómicos, controlados en la antigüedad como el apareamiento de los animales, la siembra de los cultivos y la medición de las reservas entre las cosechas de invierno, muestran cómo las diferentes mitologías y las tradiciones culturales han surgido.
El solsticio de invierno usualmente era considerado inmensamente importante: El hambre era común en invierno, entre enero y abril, también conocida como meses de la hambruna. En los climas templados, el festival de pleno invierno fue la última fiesta de celebración, antes del comienzo del invierno. La mayoría de los animales eran sacrificados para no tener que alimentarlos durante el invierno, por lo que fue prácticamente era el único momento del año para el suministro de carne fresca disponible. La mayoría de vino y cerveza durante la cosecha anual estaba finalmente fermentada y lista para beber en este momento.
El significado o interpretación de este evento (así como el de todos los solsticios y/o equinoccios) ha variado en las distintas culturas del mundo (habiendo prácticamente una fiesta y hábitos diferentes por cada cultura histórica), pero la mayoría de ellas lo reconoce como un período de renovación y re-nacimiento, que conlleva festivales, ferias, reuniones, rituales u otras celebraciones.
Existen muchas fiestas asociadas al solsticio de invierno, sin embargo. La más arraigada en Europa del norte y central es la fiesta de Yule.

jueves, 28 de noviembre de 2013

POEMA, POR RAFAEL ALBERTI

Cruz de viento

Nevada, clara de nieve,
flor de los témpanos, tú,
sobre una corza marina.

Norte. Sur.

Dorada, clara de oro,
flora de los fuegos, tú,
sobre un cocodrilo verde.

Este. Oeste.

(Marinero en tierra)

POEMAS

INVIERNO
Por Robert Graves

Ella confiesa su amor medio dormida

Ella confiesa su amor medio dormida
en las horas oscuras,
con medias palabras, en susurros:
mientras la tierra se mueve en su sueño invernal
y hace germinar a la hierba, a las flores
a pesar de la nieve que cae,
a pesar de la nieve que cae.



Oda al otoño
Por Keats

Estación de las nieblas y fecundas sazones,
colaboradora íntima de un sol que ya madura,
conspirando con él cómo llenar de fruto
y bendecir las viñas que corren por las bardas,
encorvar con manzanas los árboles del huerto
y colmar todo fruto de madurez profunda;
la calabaza hinchas y engordas avellanas
con un dulce interior; haces brotar tardías
y numerosas flores hasta que las abejas
los días calurosos creen interminables
pues rebosa el estío de sus celdas viscosas.

¿Quién no te ha visto en medio de tus bienes?
Quienquiera que te busque ha de encontrarte
sentada con descuido en un granero
aventado el cabello dulcemente,
o en surco no segado sumida en hondo sueño
aspirando amapolas, mientras tu hoz respeta
la próxima gavilla de entrelazadas flores;
o te mantienes firme como una espigadora
cargada la cabeza al cruzar un arroyo,
o al lado de un lagar con paciente mirada
ves rezumar la última sidra hora tras hora.

¿En dónde con sus cantos está la primavera?
No pienses más en ellos sino en tu propia música.
Cuando el día entre nubes desmaya floreciendo
y tiñe los rastrojos de un matiz rosado,
cual lastimero coro los mosquitos se quejan
en los sauces del río, alzados, descendiendo
conforme el leve viento se reaviva o muere;
y los corderos balan allá por las colinas,
los grillos en el seto cantan, y el petirrojo
con dulce voz de tiple silba en alguna huerta
y trinan por los cielos bandos de golondrinas.


viernes, 25 de octubre de 2013

POEMAS, POR DIEGO CAMACHO 6ºB

Eres como una flor
tu cuerpo como una rosa
tu cara como una bella amapola.

Amarillo es el oro
blanca es la plata
azules son tus ojos
que a mí me matan.

Si yo supiera hacer magia
uno, dos , tres,...
las peleas y las guerras
habrían desaparecido,
niños y niñas
aprenderían felices
y podrían crecer.

Por los llanos del coto
corre la liebre
corre ligera
para que nadie
le coja la delantera.

Vivamos el sueño
de nuestros corazones
mientras revolotean
en un jardín
lleno de flores.

Un consejo doy:
al que se enamore
que cuide del jardín del amor
que se marchitan las flores.

sábado, 3 de agosto de 2013

EL POETA

El poeta.
Por César Alfonso Viñas.

El sonido primigenio se hizo fuego,
tierra, agua, aire, átomo, célula,
carne líquida en el Universo deshabitado.
Las almas oscilan en la espina dorsal
y guardan el metal de las campanas
las vibraciones del cosmos.
Las estrellas se acercaron
como antorchas a los corazones lejanos
y grandes cataratas hablaron sobre lagos sosegados y dormidos.
Si el alma del poeta no vibra
los poemas caerán estancados
cada noche sin estrellas.
Cada noche es un verso
cada metáfora será parida
como un bosque por la tierra de mayo.
Cada aurora será un presagio
cada crepúsculo una esperanza.
Nada fue sin el poeta,
nada salvo la rosa de los filósofos
o los pétalos deshojados
o los cuentos de las constelaciones
o los mitos del inconsciente de Jung
o los seres primordiales de Lovecraft.
Nada fue salvo el poeta
o el héroe cantado por Homero.
Nada fue salvo Heráclito y Parménides
y quizás Pitágoras.
Nada salvo Huidobro y Neruda
o las estrellas en el infinito
o las curvas de Einstein.
Las palabras ya no sirven al poeta
necesita otros lenguajes
que no estén atorados, nuevos presagios, nuevas estrellas,
nuevos mitos, un sexto sentido.
El poeta necesita nuevos mundos
en los que poder fingir,
cada poeta es un pequeño dios
o un barco a la deriva
con una sirena danzando.
Volverá el poeta a las trincheras
o al exilio en lejanas tierras hermanas.
Las antorchas huelen a semillas doradas.
El poeta se olvidó de los números,
las matrices y las ecuaciones.
Se olvidó de arar la tierra.
Sin la palabra cotidiana el poeta puede fluir con los ritmos de la vida
o descalzarse ante el cosmos.

EL VERANO

El verano

Por José María del Toro


El verano es la estación que representa el mediodía del año; es, por tanto, el apogeo del sol, de la luz y del calor.
Estos elementos hacen que las flores de la primavera se conviertan en fruto. El verano representa también para los árboles humanos el tiempo de la maduración, del crecimiento, de la evolución.
El verano, como cada estación, es un tiempo específico, con un sentido particular, con una energía peculiar.
El verano, según la sabiduría china, es la estación del corazón, del fuego, del color rojo. No se trata sólo de exponer nuestra piel al sol para broncearla sino de avivar ese sol interior que es el corazón.
Exponernos también durante largas horas de inactividad al sol del corazón inundará nuestros cuerpos de una alegría que sudará por nuestros poros.
El verano nos invita no sólo a vivir más al aire libre sino también a hacer más libre y consciente el aire de nuestra vida de cada día.
El verano es un canto de afirmación a la vida, la exaltación de los sentidos, la celebración de la abundancia y el regocijo de la generosidad.
No habrá verano si, al mismo tiempo que nos trasladamos a la playa o a la montaña no nos adentramos en nuestro paisaje interior… para conocerlo, habitarlo, embellecerlo y disfrutarlo.